LA
CAMPANA DE TOLEDO.
Atando con un hilo una
cuchara de plata o de metal blanco, si se introducen los dos cabos del
hilo,
uno en cada oído, cual indica la figura, y al propio tiempo se hace
que
oscilando la cuchara tropiece en el borde de una mesa, la transmisión
del
sonido en el momento del choque es tan intensa que parece oírse la
campana
mayor de una catedral.
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