sábado, 26 de mayo de 2012

APLICACIÓN DEL SONIDO


EL SONIDO Y LAS BALAS


Cuando los tripulantes del proyectil de Julio Verne salieron disparados hacia la Luna, les preocupó mucho el no haber oído el sonido del disparo del cañón colosal que los lanzó. Pero no podía ocurrir de otra forma. Por muy ensordecedor que fuera el estampido, su velocidad de propagación (lo mismo que la de otro ruido cualquiera en el aire) era igual a 340 m/seg solamente, mientras 250 que el proyectil avanzaba con una velocidad de 11.000 m/seg.

Se comprende que el sonido del disparo no podía llegar a los oídos de los tripulantes, puesto que el proyectil adelantaría al sonido.

Pero en realidad, ¿qué se mueve más de prisa, las balas y los proyectiles o el sonido? ¿No puede el sonido del disparo avisar a la víctima de que se aproxima el proyectil?.

Los fusiles modernos le comunican a la bala una velocidad casi tres veces mayor que la del sonido en el aire, es decir, de cerca de 900 m por segundo (la velocidad del sonido a 0 °C es igual a 332 m/seg.). Es verdad que el sonido se propaga uniformemente, mientras que la bala tiene un movimiento retardado. No obstante, durante la mayor parte de su trayectoria la bala tiene más velocidad que el sonido. De esto se deduce directamente que si durante un tiroteo oye usted un disparo o el silbido de una bala puede estar tranquilo, esta bala ya no le hará daño. La bala adelanta al sonido, por eso, si alcanza a su víctima, esta última recibirá el impacto antes que el sonido del disparo llegue a su oído.

CURIOSIDADES DEL SONIDO


EL SONIDO Y LAS ONDAS DE LA RADIO


El sonido se propaga aproximadamente un millón de veces más despacio que la luz, y como la velocidad de las ondas de la radio es igual a la velocidad de propagación de las vibraciones luminosas, la velocidad del sonido es un millón de veces menor que la de las ondas de la radio. De aquí se deduce una cosa muy interesante cuya esencia quedará aclarada en el problema siguiente:

¿Quién escuchará antes el primer acorde de un pianista, el espectador de la sala de conciertos que se encuentra a 10 metros del piano o un radioescucha que junto a su aparato oye la transmisión en su casa, a 100 kilómetros de la sala?

Aunque parezca extraño, el radioescucha oye el acorde antes que el espectador que se encuentra en la sala, aunque el primero está 10000 veces más lejos del instrumento musical. Efectivamente, las ondas de la radio recorren la distancia de 100 km en:

                                            100 /300 000 = 1 / 3 000 seg

El sonido recorre la distancia de 10 m en:

                                                 10 / 340 = 1/ 34 seg

De donde se deduce que para transmitir los sonidos por radio se necesita cien veces menos tiempo que para transmitirlos a través del aire.

APLICACIÓN DE FUERZAS


A VELA CONTRA EL VIENTO

Una cosa difícil de comprender es cómo pueden los barcos de vela navegar "contra el viento", o como dicen los marineros navegar "ciñendo o de bolina". Es verdad que cualquier marino puede decir que directamente contra el viento no se puede navegar a vela, pero sí se puede avanzar formando un ángulo agudo con su dirección.


Figura 1. El viento siempre le empuja a la vela formando un ángulo recto con su plano.

Este ángulo puede ser pequeño (de cerca de la cuarta parte de un ángulo recto) y, por consiguiente, parece igual de incomprensible navegar directamente contra el viento o hacerlo formando un ángulo de 229 con su dirección.

No obstante, en realidad no es lo mismo. Ahora veremos cómo la fuerza del viento se puede aprovechar para navegar a su encuentro formando un ángulo pequeño. Comencemos por analizar cómo el viento, en general, ejerce su acción sobre la vela, es decir, hacia donde empuja el viento a la vela cuando sopla sobre ella. El lector pensara probablemente que el viento siempre empuja a la vela en el mismo sentido que él sopla. Pero esto no es así; cualquiera que sea la dirección en que sople el viento siempre le empujará a la vela perpendicularmente a su superficie.


                             Figura 2. Así se puede navegar a vela en contra del viento.

En efecto, supongamos que la dirección del viento es la que indican las flechas de la Figura 1 y que la recta AB representa la vela. Como el viento presiona por igual sobre toda la superficie de esta última, podemos sustituir esta presión por la fuerza R, aplicada al centro de la vela. Esta fuerza se puede descomponer en dos: una, la fuerza Q, perpendicular a la vela, y otra, la fuerza P, dirigida a lo largo de ella.

Esta última fuerza no le empuja a la vela, puesto que el rozamiento del aire con el lienzo es insignificante. Por lo tanto, queda solamente la fuerza Q, que empuja a la vela formando un ángulo recto con ella.

Una vez sabido esto, podemos comprender sin dificultad cómo puede un barco de vela navegar formando con la dirección del viento en contra un ángulo agudo. Supongamos que la recta KK (Figura 2) representa la línea de la quilla del barco. El viento sopla, formando un ángulo agudo con esta línea, en la dirección que indica la serie de flechas. La recta AB representa la vela, que se coloca de manera que su superficie divida por la mitad al ángulo que forma la dirección de la quilla con la del viento.

    
                                                   Figura 3. Voltejeo de un barco a vela

Veamos cómo se descomponen las fuerzas en estas condiciones (Figura 1). La presión del viento sobre la vela la representamos por medio de la fuerza Q, que como sabemos tiene que ser perpendicular a dicha vela. Esta fuerza se puede dividir en dos: una, la fuerza R, perpendicular a la quilla, y otra, la fuerza S, dirigida hacia adelante a lo largo de la línea de la quilla del barco. Como el barco no se puede mover en la dirección R, puesto que encuentra una gran resistencia en el agua (la quilla de los barcos de vela suele ser muy profunda), la fuerza R se equilibra casi totalmente con esta resistencia. Queda, pues, una sola fuerza, la S, que como puede verse está dirigida hacia adelante y, por consiguiente, hace que el barco avance formando un ángulo agudo con la dirección del viento, como si fuera en contra de él[5]. Este movimiento se realiza generalmente en forma de zigzag, como se muestra en la Figura 3. En lenguaje marinero este movimiento se llama "voltejear".

viernes, 18 de mayo de 2012

CURIOSIDADES DEL OÍDO 8°


CURIOSIDADES DEL OÍDO

Cuando mascamos un trozo de pan seco (o duro), oímos un ruido ensordecedor, mientras que si alguien hace lo mismo junto a nosotros apenas si lo notamos. ¿Cómo se las arregla para evitar el estrépito?

Muy fácilmente. Todo consiste en que este estrepitoso ruido sólo existe para nuestros oídos y no molesta a los de nuestros vecinos. Ocurre esto, porque los huesos del cráneo, como todos los cuerpos sólidos y elásticos en general, conducen muy bien el sonido, y hay veces en que éste, al pasar por un medio denso, se amplifica extraordinariamente. Cuando el chasquido del pan seco llega a nuestro oído por el aire, lo percibimos como un pequeño ruido; pero este mismo chasquido se convierte en estrépito si llega a nuestro nervio acústico a través de los duros huesos del cráneo.

Y he aquí otro experimento de este mismo campo: sujete entre sus dientes un reloj y tápese bien los oídos con los dedos. Escuchará unos fuertes golpes; son el tic-tac ampliado del reloj.
Dicen que Beethoven, después de quedarse sordo, oía el piano apoyando en él uno de los extremos de su bastón, mientras sujetaba el otro extremo entre los dientes. De la misma manera, aquellos sordos que conservan su oído interno pueden bailar al compás de la música, porque el sonido llega hasta sus nervios acústicos a través del suelo y de sus propios huesos.


LAS MARAVILLAS DE LA VENTRILOQUIA

Una cosa tan asombrosa como las «maravillas» que realizan los ventrílocuos, se basa en la peculiaridad del oído de que hablamos anteriormente.

«Si alguien anda por el caballete del tejado - escribe el profesor Gampson - su voz, dentro de la casa, da la impresión de ser un leve murmullo. A medida que se va alejando hacia el extremo del edificio, este murmullo se va debilitando más. Si estamos sentados en una habitación de la casa, nuestro oído no puede decirnos nada sobre la dirección del sonido ni de la distancia que nos separa de la persona que habla. Pero nuestra conciencia deduce, que si la voz varía, es porque se aleja de nosotros. Si esta misma voz nos dice, que el que habla se pasea por el tejado, la creemos fácilmente. Si, por fin, otra persona cualquiera comienza a hablar con la anterior (que suponemos fuera) y recibe de ella respuestas comprensibles, la ilusión resulta perfecta.

Estas son las condiciones en que actúan los ventrílocuos. Cuando le llega la hora de hablar al que está en el tejado, el ventrílocuo apenas si susurra las palabras; pero cuando le toca a él mismo, habla con voz plena y clara, para remarcar de esta forma el contraste con la otra voz. El contenido de sus advertencias y de las respuestas de su supuesto interlocutor acrecientan la ilusión. El único punto flaco que puede tener este engaño es, que la voz del sujeto imaginario (que se encuentra fuera), en realidad es emitida por el que está en la escena, es decir, que su dirección es falsa.» «Conviene también señalar, que la denominación de ventrílocuo no es correcta. El ventrílocuo tiene que ocultar de sus oyentes el hecho de que, cuando el turno de hablar le corresponde al interlocutor imaginario, el que lo hace en realidad es él mismo. Para conseguirlo se vale de una serie de artificios. Procura distraer la atención del público haciendo toda clase de gestos. Inclinándose hacia un lado y poniéndose la mano en la oreja, como para oír mejor, hace lo posible por ocultar sus labios. Si le es imposible ocultar el rostro, procura mover los labios lo menos posible. Esto es fácil de conseguir, puesto que la mayoría de las veces solamente necesita emitir un débil y casi imperceptible murmullo. El movimiento de los labios puede disimularse muy bien, por lo que ciertas personas creen, que la voz del artista sale de las entrarías de su cuerpo. A esto, precisamente, se debe el nombre de ventrílocuo (es decir, «que habla con el vientre»).

Como vemos, las supuestas maravillas de la ventriloquia se basan totalmente en el hecho de que nosotros no podemos determinar exactamente ni la dirección del sonido, ni la distancia que nos separa del cuerpo que lo emite. En condiciones normales conseguimos hacerlo aproximadamente; pero en cuanto se nos coloca en circunstancias en las cuales la percepción del sonido es algo anormal, al querer determinar su origen, cometemos grandes errores. Yo, por ejemplo, en una ocasión, a pesar de que estaba mirando al ventrílocuo y de que comprendía perfectamente sus secretos, no pude vencer la ilusión acústica.

miércoles, 16 de mayo de 2012

TIRO DE GRAN ALCANCE


TIRO DE GRAN ALCANCE

Al final de la primera guerra mundial (1918), cuando los éxitos de la aviación francesa e inglesa dieron fin a las incursiones aéreas enemigas, la artillería alemana puso en práctica, por primera vez en la historia, el bombardeo de ciudades enemigas situadas a más de cien kilómetros de distancia. El estado mayor alemán decidió emplear este nuevo procedimiento para batir la capital francesa, la cual se encontraba a más de 110 km del frente.
Hasta entonces nadie había probado este procedimiento. Los propios artilleros alemanes lo descubrieron casualmente. Ocurrió esto al disparar un cañón de gran calibre con un gran ángulo de elevación.
  Figura 1. Variación del alcance de un proyectil al ir variando el ángulo de elevación de un cañón de ultra largo alcance. Con el ángulo 1 el proyectil cae en el punto P; con el ángulo 2, en el P'; con el ángulo 3, el alcance aumenta de golpe en varias veces, puesto que la trayectoria del proyectil pasa por capas rarificadas de la atmósfera.

 Inesperadamente, sus proyectiles alcanzaron 40 km, en lugar de los 20 calculados. Resultó, que estos proyectiles, al ser disparados hacia arriba con mucha inclinación y gran velocidad inicial, alcanzaron las altas capas de la atmósfera, en las cuales, debido al enrarecimiento, la resistencia del aire es insignificante. En este medio poco resistente es donde el proyectil recorrió la mayor parte de su trayectoria, después de lo cual cayó casi verticalmente a tierra. La fig. 1 muestra claramente la gran variación que experimentan las trayectorias de los proyectiles al cambiar el ángulo de elevación.
Esta observación sirvió de base a los alemanes para proyectar un cañón de gran alcance, para bombardear París desde una distancia de 115 km. Este cañón terminó de fabricarse con éxito, y durante el verano de 1918 lanzó sobre París más de trescientos proyectiles.
He aquí lo que después se supo de este cañón.


                                   Figura 2. El cañón alemán «Gran Bertha». Aspecto exterior


Consistía en un enorme tubo de acero de 34 m de largo y un metro de grueso. El espesor de las paredes de la recámara era de 40 cm. Pesaba en total 750 t. Sus proyectiles tenían un metro de largo y 21 cm de grueso, y pesaban 120 kg. Su carga requería 150 kg de pólvora y desarrollaba una presión de 5 000 atmósferas, la cual disparaba el proyectil con una velocidad inicial de 2 000 m/seg. El fuego se hacía con un ángulo de elevación de 52' y el proyectil describía un enorme arco, cuyo vértice o punto culminante se encontraba a 40 km de altura sobre la tierra, es decir, bien entrado en la estratosfera. Este proyectil tardaba en recorrer los 115 km, que mediaban entre el emplazamiento del cañón y París, 3,5 minutos, de los cuales, 2 minutos volaba por la estratosfera.
Estas eran las características del primer cañón de ultra largo alcance, antecesor de la moderna artillería de este género.
Cuando mayor sea la velocidad inicial de la bala (o del proyectil), tanto mayor será la resistencia del aire. El aumento de esta resistencia no es proporcional al de la velocidad, sino más rápido, es decir, proporcional al cuadrado, al cubo y a potencias aún mayores del aumento de la velocidad, según el valor que ésta alcance.

ROZAMIENTO


SI NO EXISTIERA ROZAMIENTO


Ya hemos visto lo diversas e inesperadas que son las formas en que se manifiesta el rozamiento a nuestro alrededor. El rozamiento toma parte muy importante incluso allí donde nosotros ni lo sospechamos. Si el rozamiento desapareciera repentinamente, muchos de los fenómenos ordinarios se desarrollarían de formas completamente distintas.
El papel del rozamiento fue descrito de una manera muy pintoresca por el físico francés Guillaume:
"Todos hemos tenido ocasión de salir a la calle cuando ha helado; ¡Cuánto trabajo nos ha costado evitar las caídas! ¡Cuántos movimientos cómicos tuvimos que hacer para poder seguir en pie! Esto nos obliga a reconocer que, de ordinario, la tierra por que andamos posee una propiedad muy estimable, gracias a la cual podemos conservar el equilibrio sin gran esfuerzo. Esta misma idea se nos ocurre cuando vamos en bicicleta por un pavimento resbaladizo o cuando un caballo se escurre en el asfalto y se cae. Estudiando estos fenómenos llegamos a descubrir las consecuencias a que nos conduce el rozamiento. Los ingenieros procuran evitar el rozamiento en las máquinas, y hacen bien. En la Mecánica aplicada se habla del rozamiento como de un fenómeno muy pernicioso, y esto es cierto, pero solamente dentro de los límites de un estrecho campo especial. En todos los demás casos debemos estar agradecidos al rozamiento. El nos da la posibilidad de andar, de estar sentados y de trabajar sin temor a que los libros o el tintero se caigan al suelo o de que la mesa resbale hasta toparse con algún rincón o la pluma se nos escurra de entre los dedos.
El rozamiento es un fenómeno tan difundido que, salvo raras excepciones, no hay que pedirle ayuda; él mismo nos la ofrece.
El rozamiento da estabilidad. Los albañiles nivelan el suelo de manera que las mesas y las sillas se quedan allí donde las ponemos. Si sobre una mesa colocamos platos, vasos, etc., podemos estar tranquilos de que no se moverán de sus sitios, a no ser que esto ocurra en un barco cuando hay oleaje.
Imaginémonos que el rozamiento se puede eliminar por completo. En estas condiciones, los cuerpos, tengan las dimensiones de una peña o las de un pequeño granito de arena, no podrán apoyarse unos en otros: todos empezarán a resbalar o rodar y así continuarán hasta que se encuentren a un mismo nivel. Si no hubiera rozamiento, la Tierra sería una esfera sin rugosidades, lo mismo que una gota de agua."
A esto podemos añadir, que si no existiera el rozamiento los clavos y los tornillos se saldrían de las paredes, no podríamos sujetar nada con las manos, los torbellinos no cesarían nunca, los sonidos no dejarían de oírse jamás y producirían ecos sin fin, que se reflejarían en las paredes sin debilitarse.
Figura. Arriba, un trineo cargado sobre un camino de hielo; dos caballos arrastran una carga de 70 toneladas. Abajo, el camino de hielo; A, carril; B, deslizaderas del trineo; C, nieve apisonada; D, fundamento de tierra de la carretera.


Las heladas nos dan siempre buenas lecciones de la gran importancia que tiene el rozamiento. En cuanto nos sorprenden en la calle nos sentimos incapaces de dar un paso sin temor a caernos. Como muestra instructiva reproducimos las noticias que publicaba un periódico en una ocasión (en diciembre de 1927):
"Londres, 21. Debido a la fuerte helada, el tráfico urbano y tranviario se ha hecho muy difícil en Londres. Cerca de 1 400 personas han ingresado en los hospitales con fracturas de brazos y piernas".
"Cerca del Hyde Park chocaron tres automóviles y dos vagones del tranvía. Los automóviles resultaron totalmente destruidos por la explosión de la gasolina...”
"París, 21. La helada ha ocasionado en París y sus alrededores numerosos accidentes...”
Y sin embargo, el hecho de que el hielo ofrezca poco rozamiento puede ser útil para fines técnicos. Un ejemplo son los trineos ordinarios. Otra demostración aun más convincente son los llamados caminos de hielo, que se hacían para transportar los leños desde el lugar de la tala hasta el ferrocarril o hasta el punto de lanzamiento a un río para su transporte por flotación. Por estos caminos, que tienen una especie de raíles lisos helados, un par de caballos puede arrastrar un trineo cargado con 70 toneladas de troncos.

LA BALA Y EL AIRE 10º


LA BALA Y EL AIRE

Todo el mundo sabe que el aire dificulta el vuelo; de las balas, pero son pocos los que tienen una idea clara de lo enorme que es el efecto retardador del aire. La mayoría de las personas piensan, que un medio tan delicado como el aire, cuya resistencia ni sentimos siquiera, no puede dificultar sensiblemente el raudo vuelo de una bala de fusil.
 Figura 1. El vuelo de una bala en el vacío y en el aire. El arco mayor representa la trayectoria que seguiría la bala si no existiera la atmósfera. El arco menor, la trayectoria real de la bala en el aire

Pero fijémonos en la fig. 1 y veremos, que el aire es un obstáculo de extraordinaria importancia para la bala. El arco mayor de esta figura representa la trayectoria que seguiría la bala si no existiese la atmósfera. Después de salir del cañón (con un ángulo de elevación de 45' y una velocidad inicial de 620 m/seg), la bala describiría un enorme arco de 10 km de altura y su alcance sería de cerca de 40 km. Pero en realidad, una bala disparada con el ángulo de elevación y la velocidad inicial antedichos, describe un arco de curva relativamente pequeño y sólo alcanza 4 km. Este arco casi no se nota en la figura al lado del primero. ¡He aquí el resultado de la resistencia del aire! Si no fuera por él, se podría disparar con fusil contra un enemigo que se encontrase a 40 km, lanzando una lluvia de plomo a... ¡10 km de altura!

lunes, 7 de mayo de 2012

LO QUE NO SABÌAN LOS ANTIGUOS


LO QUE NO SABÍAN LOS ANTIGUOS 

Los habitantes de la Roma contemporánea siguen utilizando hasta ahora los restos de un acueducto construido por los antiguos romanos. ¡Qué sólidas eran las obras de conducción de aguas que hacían los esclavos romanos!
Desgraciadamente no se puede decir lo mismo de los conocimientos de los ingenieros que dirigieron estos trabajos. Está claro que estos debían tener escasos conocimientos de los fundamentos de la Física. Fijémonos si no en la figura, la cual reproduce uno de los cuadros del Museo Alemán de Múnich. Como puede verse, la conducción de agua romana no se tendía bajo tierra, sino que pasaba por altos acueductos de piedra. ¿Para qué se hacían estos acueductos? ¿No hubiera sido más fácil tender unos tubos bajo tierra, como se hace ahora?

Claro que hubiera sido más fácil, pero los ingenieros de entonces tenían unos conocimientos muy rudimentarios de las leyes de los vasos comunicantes. Dudaban de que el nivel del agua en dos depósitos, unidos entre sí por largas tuberías, pudiera ser igual. Si los tubos se tienden en tierra, siguiendo el declive del terreno, en ciertos sectores el agua tiene que correr hacia arriba.
Los romanos temían precisamente esto, es decir, pensaban que el agua no podía correr hacia arriba. Por esta razón es por la que, generalmente, daban a sus tuberías de conducción de agua un declive uniforme en todos los puntos del trazado (para lo cual se necesitaba frecuentemente hacer que el agua diese un rodeo, o levantar altos acueductos). Una de las tuberías romanas, la Aqua Martia, tiene una longitud de 100 km, a pesar de que la distancia entre sus dos extremos, en línea recta, es dos veces menor.

¡Medio centenar de kilómetros de obras de piedra, construidos por no conocer una ley elemental de la Física!

EL PROBLEMA DE LAS DOS CAFETERAS


EL PROBLEMA DE LAS DOS CAFETERAS 
En la figura se muestran dos cafeteras de igual anchura: una de ellas, más alta, y otra, más baja. ¿Cuál de las dos tiene mayor capacidad?
Es posible que sean muchos los que, sin pensarlo, digan que la cafetera más alta es la que tiene mayor capacidad. Sin embargo, si echamos líquido en la cafetera más alta, veremos que sólo puede llenarse hasta el nivel del orificio del pitorro, ya que después comenzará a derramarse el líquido. Y como los orificios de los pitorros de ambas cafeteras se encuentran a una misma altura, la cafetera baja puede contener la misma cantidad de líquido que la cafetera alta.
Esto es comprensible. En la cafetera y en el tubo del pitorro, lo mismo que en unos vasos comunicantes cualesquiera, el líquido debe tener el mismo nivel, aunque el peso del líquido que llena el pitorro sea mucho menor que el del resto de la cafetera. Si el pitorro no es suficientemente alto, no habrá manera de llenar la cafetera hasta arriba, porque el agua se derramará. Generalmente, los pitorros se hacen más altos que los bordes de la cafetera, para que sea posible inclinarla un poco sin que se derrame el contenido.

sábado, 5 de mayo de 2012

ROMPE HIELOS


¿Cómo funciona un rompehielos?

Si cuando tomamos el baño, antes de abandonar la bañera, destapamos el agujero de desagüe y seguimos tumbados en el fondo, notaremos que a medida que baja el agua y que nuestro cuerpo va saliendo de ella nos hacemos más pesados. De esta forma podemos convencernos de que el peso que pierde un cuerpo al sumergirse en el agua (recordemos qué ligeros nos sentimos en el agua) vuelve a reaparecer en cuanto dicho cuerpo se encuentra fuera de ella. Cuando una ballena hace involuntariamente este experimento, quedándose varada durante una bajamar, las consecuencias son fatales para ella. Resulta aplastada por su monstruoso peso. No es, pues, casual que las ballenas vivan en el elemento acuático, cuyo empuje las libra de la acción desastrosa de la gravedad.

Lo que acabamos de decir guarda estrecha relación con el encabezamiento del presente artículo. El funcionamiento del rompehielos se basa en este mismo principio físico. La parte del buque sacada del agua deja de estar equilibrada por el empuje de ésta y adquiere su peso "en seco". No hay que creer que los rompehielos cortan el hielo sobre la marcha, ejerciendo sobre él una presión continua con su proa, es decir, con la roda. Así funcionan los cortahielos. Pero este procedimiento sirve únicamente cuando el hielo tiene un espesor relativamente pequeño.

Los verdaderos rompehielos marítimos, como, por ejemplo, los célebres en su tiempo "Krasin" y "Ermak" o los modernos, como el rompehielos atómico "Lenin", funcionan de otra forma. Estos rompehielos tienen unas máquinas muy poderosas que les permiten montar sobre la superficie del hielo toda la parte de la proa, que para esto precisamente se hace muy sesgada debajo del agua. Cuando la proa del barco sale del agua recobra todo su peso y esta enorme carga (que en el "Ermak", por ejemplo, era de 800 t) presiona sobre el hielo y lo rompe. Los rompehielos tienen generalmente unas cisternas especiales a proa, que llenas de agua ("lastre líquido") sirven para intensificar la acción rompedora del buque.

Por este procedimiento trabaja el rompehielos mientras que el espesor del hielo no pasa de medio metro. Los hielos más poderosos se vencen por percusión del barco sobre ellos. El rompehielos retrocede, toma impulso y embiste con toda su masa el borde del hielo. En este caso lo que actúa no es el peso, sino la energía cinética del buque en movimiento. El rompehielos se transforma en una especie de proyectil de pequeña velocidad, pero de enorme masa, o en un ariete. Los bancos de hielo de varios metros de altura se rompen por la energía de los repetidos golpes que reciben de la sólida proa del rompehielos.

N. Markov, marino polar que participó en la célebre expedición del rompehielos "Sibiriakov" en el año 1932, describe el trabajo de este buque de la manera siguiente:
"Entre centenares de montañas de hielo y en medio de una capa helada continua dio comienzo la lucha del "Sibiriakov". La flecha del telégrafo de máquinas estuvo 52 horas seguidas saltando desde "atrás a toda máquina" a "adelante a toda máquina". Durante trece turnos marinos de cuatro horas el "Sibiriakov" tomaba impulso y penetraba en el hielo desmenuzándolo con su proa, se montaba en él, lo rompía y volvía a retroceder. Abrirse paso en un hielo que tenía tres cuartos de metro de espesor era difícil. A cada golpe avanzábamos en una tercera parte del casco".

La URSS posee los rompehielos más grandes y poderosos del mundo. El primer rompehielos atómico, el "Lenin", es capaz de avanzar sin detenerse por hielo de dos metros de espesor. Su reactor atómico le permite navegar varios años sin recargar combustible. En los próximos años se van a construir en la Unión Soviética otros rompehielos atómicos.

UN MAR EN EL QUE NO SE PUEDE AHOGAR NADIE


UN MAR EN EL QUE NO SE PUEDE AHOGAR NADIE

Este mar existe y se encuentra en un país que conoce la humanidad desde los tiempos más remotos. Se trata del célebre Mar Muerto de Palestina. Sus aguas son extraordinariamente saladas, hasta tal punto que en él no puede existir ningún ser vivo. El clima caluroso y seco de Palestina hace que se produzca una evaporación muy intensa en la superficie del mar. Pero se evapora agua pura, mientras que la sal se queda en el mar y va aumentando la salinidad de sus aguas. Esta es la razón de que las aguas del Mar Muerto contengan no un 2 ó 3 por ciento (en peso) de sal, como la mayoría de los mares y océanos, sino un 27 o más por ciento. Esta salinidad aumenta con la profundidad. Por lo tanto, una cuarta parte del contenido del Mar Muerto está formada por la sal que hay disuelta en el agua. La cantidad total de sal que hay en este mar se calcula en 40 millones de toneladas.

La gran salinidad del Mar Muerto determina una de sus peculiaridades, que consiste en que sus aguas son mucho más pesadas que el agua de mar ordinaria. Hundirse en estas aguas es imposible. El cuerpo humano es más liviano que ellas.

El peso de nuestro cuerpo es sensiblemente menor que el de un volumen igual de agua muy salada y, por consiguiente, de acuerdo con la ley de la flotación, el hombre no se puede hundir en el Mar Muerto, al contrario, flota en su superficie lo mismo que un huevo en agua salada (aunque en el agua dulce se hunde).
Mark Twain estuvo en este lago-mar y después escribió humorísticamente las extrañas sensaciones que él y sus compañeros experimentaron bañándose en sus aguas:

"Fue un baño muy divertido. No nos podíamos hundir. Se podía uno tumbar a lo largo sobre la espalda y cruzar los brazos sobre el pecho y la mayor parte del cuerpo seguía sobre el agua. En estas condiciones se podía levantar la cabeza por completo. Se puede estar tumbado cómodamente sobre la espalda, levantar las rodillas hasta el mentón y abrazarlas con las manos. Pero en este caso se da la vuelta, porque la cabeza resulta más pesada. Si se pone uno con la cabeza hundida y los pies para arriba, desde la mitad del pecho hasta la punta de los pies sobresale del agua; claro que en esta posición no se puede estar mucho tiempo. Si se intenta nadar de espaldas no se avanza casi nada, ya que las piernas no se hunden en el agua y sólo los talones encuentran apoyo en ella. Si se nada boca abajo no se va hacia adelante, sino hacia atrás. En el Mar Muerto el equilibrio del caballo es muy inestable, no puede ni nadar ni estar derecho, inmediatamente se tumba de costado".

En la Figura  se puede ver un bañista que descansa comodísimamente sobre las aguas del Mar Muerto. El gran peso específico del agua le permite estar en esta posición, leer el libro y protegerse con la sombrilla de los ardientes rayos del Sol.
El agua de Kara-Bogas-Gol (golfo del Mar Caspio) tiene estas mismas propiedades y las del lago Elton no son menos saladas, puesto que contienen un 27% de sal.

  
Algo parecido sienten los enfermos que toman baños salinos. Cuando la salinidad del agua es muy grande, como ocurre, por ejemplo, con las aguas minerales de Staraya Russa, los enfermos tienen que hacer no pocos esfuerzos para mantenerse en el fondo del baño. Yo he oído como una señora que tomó los baños de Staraya Russa se quejaba de que el agua "la echaba materialmente fuera del baño". Según ella la culpa de esto la tenía... la administración del balneario.