¿CÓMO SE MUEVE LA
JIBIA?
Quizá parezca extraño oír que hay muchos animales para los
que el presunto "levantarse a sí mismos tirándose de los pelos" es el
procedimiento ordinario de trasladarse en el agua.
La jibia, lo mismo que la mayoría de los moluscos
cefalópodos, se mueve en el agua de la forma siguiente: el agua entra en su
cavidad bronquial, a través de una abertura lateral y de un embudo especial que
tienen en la parte delantera del cuerpo, y después es expulsada enérgicamente,
en forma de chorro, a través de este mismo embudo (sifón). Al ocurrir esto,
debido a la ley de la reacción, el animal recibe un empuje en sentido contrario
que es suficiente para que pueda "nadar" bastante de prisa hacia
atrás, es decir, con la parte posterior del cuerpo hacia adelante. La jibia
puede también dirigir el sifón hacia un lado o hacia atrás, en cuyo caso, al
expeler rápidamente el agua, se mueve en cualquier dirección.
Figura 1. Así nada la jibia
En esto mismo se basa el movimiento de las medusas. Estas
últimas contraen sus músculos y de esta forma expulsan de su cuerpo acampanado
el agua, con lo que reciben el empuje en dirección contraria. Procedimientos
análogos emplean para trasladarse las salpas, las larvas de las libélulas
(caballitos del diablo) y otros animales acuáticos.
¡Y nosotros dudábamos de que fuera posible moverse así!
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