A
VELA CONTRA EL VIENTO
Una cosa difícil de
comprender es cómo pueden los barcos de vela navegar "contra el
viento", o como dicen los marineros navegar "ciñendo o de
bolina". Es verdad que cualquier marino puede decir que directamente
contra el viento no se puede navegar a vela, pero sí se puede avanzar formando
un ángulo agudo con su dirección.
Figura 1. El viento siempre
le empuja a la vela formando un ángulo recto con su plano.
Este ángulo puede ser
pequeño (de cerca de la cuarta parte de un ángulo recto) y, por consiguiente,
parece igual de incomprensible navegar directamente contra el viento o hacerlo
formando un ángulo de 229 con su dirección.
No obstante, en realidad no
es lo mismo. Ahora veremos cómo la fuerza del viento se puede aprovechar para
navegar a su encuentro formando un ángulo pequeño. Comencemos por analizar cómo
el viento, en general, ejerce su acción sobre la vela, es decir, hacia donde
empuja el viento a la vela cuando sopla sobre ella. El lector pensara
probablemente que el viento siempre empuja a la vela en el mismo sentido que él
sopla. Pero esto no es así; cualquiera que sea la dirección en que sople el
viento siempre le empujará a la vela perpendicularmente a su superficie.
Figura 2. Así se puede
navegar a vela en contra del viento.
En efecto, supongamos que la
dirección del viento es la que indican las flechas de la Figura 1 y que la
recta AB representa la vela. Como el viento presiona por igual sobre toda la
superficie de esta última, podemos sustituir esta presión por la fuerza R,
aplicada al centro de la vela. Esta fuerza se puede descomponer en dos: una, la
fuerza Q, perpendicular a la vela, y otra, la fuerza P, dirigida a lo largo de
ella.
Esta última fuerza no le
empuja a la vela, puesto que el rozamiento del aire con el lienzo es
insignificante. Por lo tanto, queda solamente la fuerza Q, que empuja a la vela
formando un ángulo recto con ella.
Una vez sabido esto, podemos
comprender sin dificultad cómo puede un barco de vela navegar formando con la
dirección del viento en contra un ángulo agudo. Supongamos que la recta KK
(Figura 2) representa la línea de la quilla del barco. El viento sopla,
formando un ángulo agudo con esta línea, en la dirección que indica la serie de
flechas. La recta AB representa la vela, que se coloca de manera que su
superficie divida por la mitad al ángulo que forma la dirección de la quilla
con la del viento.
Figura 3. Voltejeo de un
barco a vela
Veamos cómo se descomponen
las fuerzas en estas condiciones (Figura 1). La presión del viento sobre la
vela la representamos por medio de la fuerza Q, que como sabemos tiene que ser
perpendicular a dicha vela. Esta fuerza se puede dividir en dos: una, la fuerza
R, perpendicular a la quilla, y otra, la fuerza S, dirigida hacia adelante a lo
largo de la línea de la quilla del barco. Como el barco no se puede mover en la
dirección R, puesto que encuentra una gran resistencia en el agua (la quilla de
los barcos de vela suele ser muy profunda), la fuerza R se equilibra casi
totalmente con esta resistencia. Queda, pues, una sola fuerza, la S, que como
puede verse está dirigida hacia adelante y, por consiguiente, hace que el barco
avance formando un ángulo agudo con la dirección del viento, como si fuera en
contra de él[5]. Este movimiento se realiza generalmente en forma de zigzag,
como se muestra en la Figura 3. En lenguaje marinero este movimiento se llama
"voltejear".
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